La contabilidad es una actividad tan antigua como la propia
evolucion humana. En efecto, desde que el hombre es hombre, y aun antes de
conocer la escritura, ha necesitado llevar cuentas, guardar memoria y dejar
constancia de datos referente a su vida económica y a su capital: bienes que
recolectaba, cazaba, elaboraba, consumía y poseía; bienes que almacenaba;
bienes que prestaba o enajenaba; bienes que daba en administración; Los descubrimientos hechos por arqueologos e historiadores muestran, que los primeros documentos
escritos que se conocen, constituidos por millares de tablillas de arcilla con
inscripciones en caracteres protocuneiformes, elaboradas hace más de 5.000
años, contienen tan sólo números y cuentas, sin textos ni palabras. Este hecho
hace concluir a los citados investigadores que la escritura debió de surgir,
hacia el año 3300 a.J., para satisfacer la necesidad que sentían los antiguos
habitantes de Mesopotamia de registrar y dejar constancia de sus cuentas.
El estudio de la historia de la contabilidad proporciona,
asimismo, una visión desconocida e inesperada del rey Felipe II, que, con la
imagen hierática y distante que la historia le ha asignado tradicionalmente,
era capaz, sin embargo, de estar perfectamente al corriente de las prácticas
mercantiles de su tiempo y de interesarse profundamente por ellas. A él se debe
la incorporación a la Administración pública de relevantes hombres de negocios
para aprovechar sus conocimientos, así como la introducción en 1592, tras un
intento fallido en 1580, de la contabilidad por partida doble para llevar las
cuentas centrales de su Real Hacienda, como primer gran país en el mundo, en lo
que constituye otro de los momentos estelares de la historia de la contabilidad
en España. Estos hechos dan idea del grado de interés y atención con que en la Corte
española se seguían las novedades en el mundo mercantil y financiero.
EVOLUCION DE LA CONTABILIDAD
Las anotaciones contables se diferenciaron desde el
principio al objeto de adaptarse a dos finalidades fundamentales: primera, la
de satisfacer la obligación de agentes y factores de rendir cuentas a sus
principales acerca de la gestión de los bienes y haciendas confiados a su
cuidado, y, segunda, la de seguir de cerca la marcha global de los propios
negocios o actividades. En efecto, a las dos registros fue, en un principio, el caracter bilateral de las anotacion, que consideraban simplemente la relación
entre dos personas, el dueño de los libros y un tercero. Pero mientras el
primer sistema se mantuvo en este planteamiento bilateral, el segundo fue
evolucionando en busca de un grado cada vez mayor de integración, de
multilateralidad, hasta que las anotaciones abarcaron todas las operaciones del
dueño de los libros, ofreciendo una visión completa e interrelacionada de sus
negocios.
No se crea por ello, sin embargo, que el primer sistema no
evolucionó. Lo hizo y se fue perfeccionando, pero conservando siempre su
carácter bilateral, que le restaba utilidad para su empleo como método de
registro, memoria y gestión empresariales. Por ello, su utilización se
desarrolló sobre todo al servicio de las Administraciones públicas. En efecto,
su planteamiento se ajustaba perfectamente a la necesidad de controlar la
actuación de los funcionarios y de las personas a las que se encomendaba una
misión que involucrase la recepción, entrega y manejo de los dineros o bienes
públicos.
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